8.13.2006

14. La vida es como uno se la tome.

Los días pasan sin nada que contar. La rutina se había vuelto parte de él. Siempre la misma micro, que pasa a la misma hora por el mismo paradero. Siempre los mismos carteles; "Tome Coca-Cola", "¿Cansado de la rutina? CAT". Es casi insultante cómo las grandes empresas nos crean necesidades que no tenemos en un principio. ¿Quién demonios necesita pantalones con hoyos y que te cobren más por eso?.

Esa mañana le despertó la llamada de Coty, después de varios meses que no se habían hablado le invitó un café, ya que no se veían hace tiempo. "Esa capacidad que tienen las mujeres de hacer que sus errores parecieran no existir y así saltarse el pedir perdón me sorprende" pensó, pero como en realidad no tenía nada que hacer ese sábado no tuvo razón como para negarse, además un café gratis no se rechaza... quizás pueda pedirlo con pie de limón o algo así.

Los niños corrían y jugaban escandalosamente en el parque en frente del café. Era un local pequeño, pero como el día estaba agradable, a pesar de que las nubes se veían amenzantes, sacaron las sillas y los quitasoles para que los clientes pudieran sentarse allí. Se sentó a leer el diario en una banca del parque. Sabía que la Coty iba a llegar atrasada y quería disfrutar de su cara de preocupación plenamente.

Mientras esperaba empezó a quedarse dormido, como era ya costumbre, y así a prestar más atención a lo que le rodeaba. El ruido molesto de los autos pasando por la calle de adoquines de al lado, los gritos de los niños, el sonido de la Alameda cercana se fundían con los sonidos tranquilizantes del parque; la arenilla que se mueve sin cesar bajo los pies alborotadores de los críos, los perros que retozan en el césped, las aves que se mueven entre las ramas de los árboles. En su mente hubo un pequeño destello de recuerdo, de cuando despertó del ensueño en que lo había dejado ella y se veía rodeado de las bellezas de un parque solitario y escondido. No había nada aquí que fuera diferente, seguía igual de solo, el pasto era igual de verde, pero ahora había decidido pasar la página. Es increíble como los más pequeños detalles se pueden sentir de distintas formas mediante una simple opinión o dispocisión.

Una mano lo zamarreó fuerte para sacarlo de su semi inconciencia reveladora. La cara de Coty era una mezcla graciosísima de rabia y risa, esa cara que nos encanta a los hombres ver en las mujeres, esa cara por la que muchos caemos tontamente enamorados. Él soltó una carcajada profunda, de esas que nacen en el estómago y cosquillean en el esófago mientras salen a conocer el mundo, se levantó y cruzó la calle con su amiga. Es increíble esa capacidad que tienen las mujeres de hacer que sus errores parecieran no existir y así saltarse el pedir perdón.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

utas, que me salté líneas...jajajajajajjajaja

8:22 p. m.  
Blogger Pasajero said...

????

no capté tu comentario :S

9:40 p. m.  
Blogger alitamoras said...

me encanta ver de repente tus comentarios amables... o sea, agradezco cuando salen líneas de tierna extrañeza ante las mujeres... al final y a pesar de todo, todos agradecemos las amabilidades y las ternuras.

7:56 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

bueno, bueno, de partirtida estimado... no se crean necesidades ya que nada de eso naace de la nada se estimula el deseo al exibir mayores posibilidades....

tu puedes saber bien como piensa el animal antes de cazar la presa, pero yo te puedo decir a cual anzuelo el animal que tu deseas es sumamente debil...

por lo demás... lssmujeres en generalsiempre buscan escapa r e ignorar culpas...aunque personalmente yo a ha una mujer especificamente le perdono todo antes, ahora y en el futuro.. no porque ella lor econosca... sino porque soy weon!


jajaja en fin, salud!

5:46 a. m.  

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