4.23.2006

9. Esas amistades.

El domingo, como siempre, caracterizado por la enorme resaca emocional de la noche anterior. Las botellas de ron cuelgan de su cama como si fueran lianas de vidrio. Se sienta tranquilo y se agarra la cabeza con sus manos, tratando de que el dolor se vaya. Como es usual, no lo consigue. Va al botiquín y se toma dos paracetamol de 500 sin pensarlo dos veces. Quizás esté casi suicida, quién sabe... el inconciente es un arma poderosa al momento de intentar explicar aquéllo acerca de lo que no tenemos idea y da mucha pereza investigar.

"Quizás sea bueno llamar al Pablo", piensa. Probablemente sea bueno hablarlo con un amigo, dejar esos monólogos estúpidos y simplemente descargar toda esa mierda con alguien que te conoce. Por otra parte, el sabe que Pablo tiene sus propios problemas y su propia suerte. Pero no pierde nada con intentar sacarle un abrazo y un "todo va a estar bien" a su supuesto amigo. Torpemente digita el número de su amigo, todavía atontado por la caña. El teléfono empieza a sonar. "Tuuuuuut... Tuuuuuuut..."

- ¿Aló?- responde una voz somnolienta.

- Aló, tía. Soy yo, ¿estará el Pablo por ahí?.

- Si mijito, se lo llamo altiro... - a lo lejos se escucha un "¡¡Pablooo!!, telefonooo". Del otro lado un "¿Quién es?", a lo que la voz femenina responde "Y como chucha querí que sepa?".

- ¿Aló?.- contesta Pablo.

- Buena man. Necesito pedirte un favor. Anoche me pasó una wueá que nunca pensé que me iba a pasar. Necesito comentártela.

- Puta wueón. Justo hoy no puedo, tengo que entregar el mejor trabajo para mañana. Estoy hasta las masas con esta cagá de maqueta. ¿Y si te llamai a la Coty?

- Bueno... vale por el ánimo. Chao.- corta.

La Coty. Por Dios que no quiere cruzarse con ella. Sabe que esa mujer tiene el corazón hecho de piedra, por lo que sería la última persona a la cual llamaría para descargarse, pero después de varias llamadas fallidas, pareciera ser que no le queda otra solución.

Quedaron en el parque San Borja hace quince minutos. La puntualidad nunca ha sido una virtud en la Coty, pero no importa, a estas alturas, cualquier oreja será bienvenida. Llega jadeando cansada, por lo menos trató de llegar a tiempo. Una vez sentados, pregunta clara y fríamente "¿que wueá te pasó ahora, lloroncito?"...

- (Menos mal que es mi amiga, si no, como me trataría) Anoche conocí a una mujer. Pensé de inmediato cuando la vi que me gustaba, no sé por qué. No, miento. La verdad es que sí se por qué. Son varias razones en realidad. La primera es porque pensé que era una mujer inteligente, y tu sabes que a mi me encanta pensar. La segunda es porque la encontré ligeramente atractiva... y la última es porque... me siento patéticamente solo.

Sé lo que piensas (que si soy un maldito hombre patético y lamentable al autocompadecerme todo el puto día), pero sé de alguna forma que ella sentía lo mismo por mí... o al menos lo sintió en algún momento. Me he devanado los sesos tratando de entender el por qué de su decisión. El por qué, de repente y de golpe, decidió dejar de sentirse igual que yo, dejando este vacío tan inmensamente incontenible.

¡!Ya no sé ni siquiera que mierda siento!, no sé si sentirme triste por que una vez más me siento más sólo que un dedo, siendo que ella me mostró lo que era sentirse acompañado (realmente acompañado). O si sentirme enojado o hasta traicionado, ya que compartimos nuestros propios miedos y los enfrentamos juntos... ¿para qué?... ¿para que eventualmente me dejara luchando sólo contra mis demonios?...

Podría seguir con esto durante horas y horas. Pero creo que el tema principal es que me siento total y completamente solo.- Miró hacia abajo, hacia la arenilla, y comenzó a levantar un poco de polvo del suelo. El silencio no era incómodo, pero era tan endemoniadamente profundo que casi podían escuchar los pensamientos del otro.

Ella abrió la boca. Dijo cosas tales como "no seas llorón", "hay gente peor que tú", "te haces la víctima", y todas esas cosas que cuando estás mal nunca esperas que te diga alguien que quieres Atónito, siguió escuchando su perorata, cambiando poco a poco los sentimientos de pérdida por un profundo odio y deprecio al género femenino. "¿Que se creen?", pensaba, "¿que somos meras marionetas sin sentimientos?, ¿Que acaso son tan condenadamente machistas ellas mismas, alegando falso feminismo, que se comen toda esa mierda de la dureza masculina?... ¿que acaso les cuesta tanto poder ponerse en nuestro lugar y simplemente decir "puta que mala, lo siento"?...". Eso pensaba hasta que paró en seco su así llamada "amiga".

- Coty, para la moto. Mira, yo te aprecio mucho como amiga. Sinceramente siento que si quisiera preguntarte acerca de cualquier otra cosa, serías la primera en mi lista. Pero de verdad pienso que como amiga en momentos malos, pesas menos que una pluma. Nunca te pedí que me criticaras, lo único que quería era un abrazo. Sí, lo sé, ¡mi error!. Desde un puto principio no debí haberte llamado. Debí haberme tragado todo esto yo solo, ¿y sabes?, probablemente hubiera llegado a la misma conclusión. Y esta es que no importa cuánto hagamos o cuanto necesitemos, siempre va a haber alguien allí al lado, que lo más probable termine haciendo o diciendo algo que uno resienta. Y ese algo, entre más demore en suceder, ¡por la mierda que duele más!. Es simple sumatoria: entre más dejes a alguien entrar en tu corazón, más daño te hará a la larga.

Como siempre, un placer hablar contigo, "amiga". No me llames en un buen tiempo.- pescó sus cosas y volvió a su casa.

Una vez allí, se preguntaba si lo que había hecho estaba bien. Claramente ella no tenía la culpa de lo que le había pasado, ni tampoco esa mala amistad le daba el derecho de generalizar de esa manera acerca del género femenino. Pero sin duda la Coty nunca tuvo idea de cómo ser una buena amiga. Quizás lo que hizo no estaba bien, pero sin duda fué necesario, sin duda ahora estaba muchísimo más tranquilo. Ahora estaba totalmente preparado para desilucionarse de hasta sus amigos más queridos.

¿Qué le deparará la Vida a nuestro querido, y a su vez tan incomprendido, amigo?

Lo único que sabemos de seguro es que la Ciudad no para por nadie... ni por el, ni por usted (mi muy querido lector) ni mucho menos por mí, un pequeño desgraciado con un (quizás) mínimo talento para la narrativa pseudo depresiva... Quizás sepamos qué le sucederá a nuestro personaje en el próximo capítulo.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Necesito el próximo capítulo ^^, muy bueno me has dejado enganchado... Tb estoy escribiendo algo parecido sobre un tipo raro :S, me leí todos tus capitulos y creo que he rescatado muchas cosas que quizás em sirvan en mi relato, no es que te vaya a copiar XD, luego te dejo la direccion de fotolog, aun no tiene ninguna entrada ^^, un saludo te puedo dejar mi mail? el.hefazo@gmail.com chauz ^^

1:37 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home

Google
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 2.0 License.